Hoy os traemos nade esas bodas con encanto de un pueblo Ciudad Real, donde tuvimos la suerte de acompañar a Luisa y Jose en uno de los días más importantes de su vida.
Jose decidió vestirse en la casa de sus padres acompañado por ellos y sus hermanos, en ningún momento se le borro la sonrisa de su cara ya que estaba dispuesto a que ese día fuese uno de esos días grandes para recordar toda la vida.
Luisa es un encanto de mujer y también decidió arreglarse en casa de sus padres donde todo fue muy cómodo y lleno de emociones.
Estas miradas son las que no necesitan palabras para describir las emociones que habían ese momento, y es que por mucho que uno se lo imagine cuando llega el momento que se casa una hija… las caras de las madres reflejan todos esos sentimientos.
Me encantan los pueblos pequeños donde no son necesarias las invitaciones para que se moviliza el pueblo entero ante un acontecimiento tan importante como una boda, en este caso prácticamente el pueblo entero se echo a la calle para arropar a Luisa en su camino al altar.
Probablemente de las entradas más bonitas a la iglesia que hemos visto este año. El lugar elegido por Luisa y Jose para su boda era una pequeña ermita de piedra en lo alto de la montaña que respiraba encanto por todos sitios. me encantó.
El momento del arroz siempre es uno de los momentos más divertidos donde los invitados le desean prosperidad y fertilidad a los recién casados… aunque los novios intenten esquivar todo ese arroz que se les viene encima.
Justo después de la boda fuimos a una montaña al lado de la ermita para hacernos algunas fotos de pareja donde ellos pudiesen disfrutar de esos momentos de recién casados antes de volver a estar rodeados de todos sus invitados.