Hoy traemos una Boda civil en La Tosca con un fuerte carácter internacional y mucha diversión.
Mi cabeza solo podía pensar en Tanya, en las ganas de compartir ese momento con ella y decirle el “sí quiero que llevaba mas de un año esperando.
Cuando la vi aparecer con ese traje de novia, ese vestido blanco, largo, que le encajaba a la perfección, no pude hacer otra cosa sino empezar a llorar y sentirme orgullosísimo y feliz de lo que iba a hacer. Cuando por fin Tanya llegó a mi lado, le di la mano a su padre, la di un beso en la mejilla y nos abrazamos, en ese momento para mí no existía nada más que ella.
Durante la ceremonia, sujetaba la mano de Tanya mientras la miraba y pensaba lo feliz y afortunado que era por casarme con una mujer tan increíble y especial como ella.
Cuando por fin llegamos a la sala y estábamos solos , me encantó ese momento, ese momento a solas, sin nadie más, recién casados, mirándonos el uno al otro y sintiendo que no se podía ser más feliz, por fin!, por fin me había casado con la mujer de mi vida, comenzaba una nueva etapa juntos, un punto de partida para lo que sería el resto de nuestra vida como familia.
En el discurso que hice para Tanya hablaba de todos los momentos buenos y malos que habíamos pasado juntos, y que ella había conseguido hacerme ver, que no encontrariá a nadie mejor con quien casarme y con pasar el resto de mi vida.