Hoy os traemos la Boda en Sagrado Corazón, de Nelly+Javier y en esta ocasión va a ser Nelly quien nos hable un poco de cómo fue ese día tan especial:
Por fin llegó el día. Después de meses de pruebas, preparativos y nervios nos encontrábamos impacientes por encontrarnos, repletos de felicidad y con sólo un pensamiento: Vivir intensamente cada instante.
Desde muy temprano comenzamos con los preparativos: La primera en llegar fue Penélope de Linna Peluquería, encargada del peinado de la novia, seguido de José de Bobbi Brown, que se encargó del maquillaje de la novia y su madre.
Javier vestía un chaqué azul de Pikado Novios y Nelly un vestido de Pronovias, zapatos de Jimmy Choo y tocado de Tocados LeTouquet.
El ramo fue obra de Susana Sánchez, así como los arreglos florales de la finca donde se celebró.
Con los primeros preparativos llegó Fran de EvenPic para comenzar a inmortalizar cada momento de nuestro día y ayudarnos, con su simpatía y naturalidad, a que estuviéramos lo más relajados posible y pudiéramos disfrutarlos.
Elegimos la Iglesia del Sagrado Corazón para celebrar nuestra unión porque es grande, luminosa y siempre nos gustó su belleza.
La llegada a la Iglesia fue uno de los momentos más emotivos que recordamos, al ver a nuestros familiares y amigos compartiendo con nosotros este día tan especial.
La ceremonia fue muy solemne y, a su vez, muy cercana. El sacerdote contribuyó, con sus palabras, a que junto con los invitados, pudiéramos disfrutarla.
Uno de los momentos más emocionantes tuvo lugar cuando, al finalizar la ceremonia, se acercaron alumnos de la novia, sorprendiéndola, a entregarle uno a uno una rosa blanca.
El convite se celebró en la Hacienda El Álamo. Desde el principio tuvimos claro que sería allí donde lo celebraríamos, puesto que fue ahí donde nos conocimos tres años atrás. Pudimos vivir momentos muy emocionantes, como la entrega de unos ramos a nuestras madres, la entrega del ramo de la novia y la apertura del baile, donde sacamos a bailar a nuestros padrinos.
Teníamos la diversión asegurada con el fotomatón de Risbox que fue todo un éxito.
Sin duda, fue un día inolvidable y que recordaremos toda la vida, gracias a todas las personas que estuvieron con nosotros y que contribuyeron a que fuera tan especial.
¡Queremos que todos los días sean nuestro 8 de Octubre!
